Avatar

Publicado: octubre 12, 2011 en Ocurrencias

Lo primero que recuerdo de la película de  avatar es el escozor de ojos. Última fila del cine, en tres D por supuesto, con esas infames gafas, quinientas horas de duración y una hipermetropía. Mala combinación, os lo aseguro. Llegó un momento donde en vez de ver las andanzas de un marine transformado en un jugador de la NBA azul veía una explosión en una fábrica de pintura. Angustioso de narices.

Pero hasta que mis ojos no empezaron a cuartearse, creo que capte el argumento. Los sacomierdas que somos los humanos, encontramos un satélite habitable que orbita en torno a un gigante joviano. Este planeta, llamado pandora por lo de la caja, esta rebosante de vida de colorines, además de tener vetas de un mineral que es la repolla con cebolla. Deberá serlo, porque mis limitados conocimientos de economía, corrígeme AK si me equivoco,  me indican que los costes de extracción, manufacturación y transporte hasta la Tierra(cada cargamento tarda unos cuatro años en llegar) deben ser prohibitivos de narices, pero se ve que compensa.

Bueno, a lo que iba, ese mineral debe suplir todas las deficiencias de combustible que tenemos en la Tierra, porque el petróleo debe de haberse acabado de una puñetera vez, cumpliendo las predicciones que desde los cincuenta llevan soltándonos los científicos cenizos con ganas de aparecer en el telediario de Antena Tres, con gesto grave y ademanes espasmódicos advirtiéndonos de “la irresponsabilidad de la sociedad con-respecto-al-futuro-de-nuestros-hijos-y-el-calentamiento-global-denme-dinero y que blablabla” y que en resumen todo sería mejor si ellos estuvieran al mando. Gracias doctor Mengele  por su bonita exposición, pero no me lo creo. Continuemos con Avatar.

Bueno, pues que una malvada mega-corporación, rollo Umbrella, la de Alien, o Vodafone, pilla los derechos de concesión del planeta y se pone a extraer minerales con esa vulgar rapiña a la que nos tiene acostumbrados el malvado capitalismo moderno. Todos sabemos que si fuera una misión comunista no tocaría un pelo al planeta, simplemente se dedicarían a repintar a los Navi de rojo. Para salvaguardar las apariencias, financian una operación llamada avatar, un guiño indudable a los frikis de WoWC. Ahora bien, siguiendo con la manida historia del mesías-salvador-profecía, uno de los marines se encoña de una Navi, se la zumba en una épica escena de amor intergaláctico (En eso es en lo que pensaba el hombre cuando fijó por primera vez sus ojos en las estrellas, seguro) y después de montarla a ella se monta encima de un pollo gigante volador techicolor  que creo que se llamaba tutrancamon, y encabeza una revolución indígena que da bastante por saco a la compañía minera.  Precioso. Lloré y todo, pero creo que eran mis corneas desprendiéndose.

Realicemos ahora un sesudo análisis de la película. Respecto a los Navi, tales indígenas son un dechado de bondades. Al contrario que nosotros, viven en una perfecta sintonía con el planeta rollo pacha-mama, piden perdón a los animales que cazan (qué coño te importara que te pidan perdón una vez que te han clavado una flecha de dos metros ,digo yo), tienen un riquísimo sistema de costumbres tribales, respetan a sus ancianos, son nobles guerreros, son altos, azules, molones, ecologistas, progres, no conocen la propiedad privada (Así pasa luego, que viene uno de fuera y se liga a la más jaca del pueblo),tienen  conexiones USB en una coleta colgandeira estilo rastafari y son  felices a más no poder. Hasta que llegamos nosotros a robarles (¿se puede robar a alguien que no reconoce la propiedad?, ¡he ahí una gran pregunta!) su felicidad para que nuestras videoconsolas del futuro funcionen.

En contraposición, los humanos somos… bueno, humanos. Nuestro planeta es una mierda y vamos a hacer lo mismo con pandora, que se jodan, empanzado por derribar arboles gigantes en un ataque de helicópteros a lo más puro coronel Kilgore para robarles a los nativos sus piedras (introducir risa del señor Burns). Vamos a por el beneficio, a pesar de unas tímidas interactuaciones con los Navi en plan yo tarzan, tu chita, importándonos un carajo la fascinante biodiversidad del planeta, incluyendo los gatos de cinco metros asesinos, encantadores ellos. Somos imperialistas, contaminadores con el alma corrompida por el ansia de oro.. . digooo, del mineral raro ese. Unos mangutas, vamos.

Mira que a la civilización occidental le gusta aporrearse a si misma, parece que cuando alcanzas un determinado nivel de desarrollo surgen instintos masoquistas y empezamos a hacer películas y libros donde quedamos como unos capullos insensibles. En fin, Navis buenos, humanos malos. Renunciemos a todas nuestras posesiones y vayámonos a vivir al desierto del Gobi en comunión con Manitú como hicieron nuestros ancestros aborígenes. Me quedo con Terminator 2, Señor Cameron.

Resumen, un truño buenista y mamporrero para satisfacción de las masas agobiadas por sus empleos basura (los que tengan la suerte de tenerlos )que fantasean con medir tres metros y ser molones. Yo creí que era una mezcla de Bailando con lobos y star treck, pero me equivoque. Es un plagio de Pocahontas:

Yo hubiera hecho otra peli.  Para empezar, los Navi hubieran sido una tribu guerrera caníbal que adora a un oscuro Dios que vive en las entrañas del planeta. La concesión minera hubiera contratado bandas de mercenarios de gatillo fácil y deseosos de catar carne Navi que se hubieran dedicado a arrasar tanto poblados Navi como humanos, en una orgia de sangre y violaciones. Finalmente, uno de los marines despierta al Dios que duerme y el planeta tiene que ser arrasado desde la orbita en un ataque nuclear táctico. Sería un poco burra, es cierto, pero al menos no me forraría vendiendo buenismo chorras para después dármelas de intelectual comprometido desde mi yate de trescientos metros. Simplemente tendría un yate de trescientos metros y no molestaría a nadie.

comentarios
  1. Herep dice:

    Isis,

    En serio que si Avatar acabara como tu bien dices, hubiera ido a verla al cine… en 3D, palomitas y pausa a media película para ir al WX… pero como no es así, la vi cuando salió en el videoclub, que hasta piratearla me daba pereza.

    Como bien dices, más de lo mismo. Todo muy politicamente correcto… muy bonito… alucine… pero más de lo mismo.

    Lo curioso es lo que dices al final… cómo una película tan ñoña como esta puede gustarle al especimen progre de manera tan palpable.
    Supongo que ese es el mundo feliz que tanto sueñan y anhelan.
    Lástima que, entre ensoñaciones, pasan por éste sin pena ni gloria.

    Una buena crítica, Isis.
    NOTA. Yo también prefiero T2.

    • Ak dice:

      Me uno al grupo de los que prefieren Terminator 2 a Avatar, bien porque Terminator 2 es una película cojonuda o bien porque Avatar es un zurullo. De no ser por la novedad del 3D habría pasado sin pena ni gloria.

      Pretendiendo ser irónico coincido con ambos: todos los equivalentes con Pocahontas son mera casualidad. Uno echa de menos a esos indios cortacabelleras con tomahawks.

    • isismoking dice:

      Puede que la manía que le tenga a esta película provenga de mis ya referidos problemas oculares, pero estoy contigo, era una ñoñez del quince. Si de indios hablamos, me quedo con los de meridiano de sangre y el que aparece en deadwood. Que acojonaba bastante. A estos del «modo de vida indígena» les soltaba en medio de una tribu de indios tejas con dos garrafas de whisky de cinco litros. Se iban a hartar de hablar de manitú, y desde luego no necesitarían volver al peluquero en su vida.
      Un saludo Herep, y gracias por el comentario.

  2. isismoking dice:

    AK, lo de Pocahontas no tiene nombre… vamos a ver, yo no me imagino a Hernán Cortés cantándole a un árbol, copón, que el tío tenia dignidad. Le hubiera quemado por estar poseído por el diablo, antes de asegurarse de que no escondía oro por algún lado, con lo que todos hubieran sido más felices.

    ¡Continua con Diana, por cierto!

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