Esto es grotesco. Ese fue el pensamiento que tenía en la cabeza cuando abandoné el juzgado de violencia de género de mi ciudad, en el que había tenido el honor de estar presente y observar unos cuantos juicios de violencia de género a resultas de un curso de practica jurídica.
Esto fue lo que vi:
Mujeres a las que en la vida las habían maltratado convencidas de que su pareja era un brutal maltratador por mandarlas un SMS reclamándolas una bicicleta. Mujeres retirando la denuncia por quinta vez porque el pavo (Con una cara de mala bestia que tiraba de espaldas) había prometido cambiar. Hombres imbéciles gimoteando constantemente a sus ex novias mientras estas disfrutaban de una nueva relación sentimental con su monitor de esquí. Mujeres que habían mangado el televisor de su ex y que cuando este las denunciaba por robo su primera línea de defensa consistía en denunciarle por malos tratos.
Es jodido, pero tras estar presente en dichos juicios y escuchar atentamente al señor juez y al fiscal finalizados los mismos, llegué a la conclusión de que todo se resume en tres situaciones básicas:
Primera: Que la mujer, generalmente en proceso de separación, divorcio o de ruptura de una relación, interpone denuncia de malos tratos con el objetivo de asegurarse la custodia de los hijos (lo que implica quedarse con la casa y la pensión alimenticia, es decir, el núcleo duro de la pasta) y/o con el objeto de restar credibilidad a su ex pareja.
Segunda situación: Que la mujer interponga denuncia porque está férreamente convencida de que está sufriendo malos tratos psicológicos, que no físicos. Generalmente llega a tal conclusión y se anima a interponer la denuncia tras una discusión con su pareja y la subsiguiente charla lacrimógena por teléfono con su mejor amiga, que la motiva a denunciar a “ese cabrón que nunca me cayó bien”.
Y la tercera, la jodida; Que el hombre efectiva y sistemáticamente golpeé, humille, degrade y someta a su mujer.
El problema es que si vamos a porcentajes, una gran parte de las situaciones están englobadas en las dos primeras categorías. Y cuando alguien levanta la voz en este país y dice que esto se nos ha ido de las manos, que las denuncias por malos tratos se han convertido en una espada de Damocles que tiene a los tíos acojonados, que estamos vulnerando la presunción de inocencia, que es necesario que demostrar la culpabilidad y no al contrario, y que esto se está transformando en un negocio, te llaman de todo o directamente te hunden en la miseria, como al juez Serrano.
¿Mi experiencia personal? Qué medidas tales como quitarte la custodia de tus hijos, obligarte a abandonar el domicilio conyugal, la noche en el calabozo, la orden de protección y de alejamiento, a la mayoría de los tíos nos acojonan un huevo y medio. Suponen un estigma social, la pérdida de nuestro hogar, la perdida de nuestros hijos. Nos destrozan. Pero al autentico maltratador, al psicópata, al AUTENTICO HIJO DE LA GRAN PUTA, se la pelan. LE DAN EXACTAMENTE IGUAL. Van a matarte y te matan, y las condenas por quebrantamiento se la traen al pairo. Y el estigma social ni les cuento. Eso si, por el camino, miles de inocentes dejados en la cuneta.
El Grupo de Expertos en Violencia Domestica y de Género del CGPJ emitió un dictamen triunfal diciendo “Se acaba con el mito de las denuncias falsas”, tirando de estadísticas que decían que en un determinado juzgado de violencia de género, después de varios años de funcionamiento y de analizar seiscientas sentencias (Atender a este dato. Se hace un informe en base a seiscientas sentencias cuando en España se ponen cuatrocientas denuncias al día por maltrato. Un informe exhaustivo, si señor) solo se ha CONDENADO a una mujer POR EL DELITO DE DENUNCIAS FALSAS. Estupendo. De ahí sacamos la conclusión de que solo una mujer había denunciado falsamente a su pareja y, por tanto, EL RESTO DE DENUNCIAS ERAN AUTENTICAS. Falso. ¿Y por qué es falso? Porque ignoraban el resto de procesos por malos tratos en los que la denuncia había sido inadmitida por el juez o en los que este había dictado sentencia absolutoria.
Estos datos, como no nos cuadran, y resulta que estadísticamente son una burrada, los tiramos al cubo de la basura y no los metemos. Y es que para poder condenar a alguien por haber interpuesto una denuncia falsa, ahí sí, HAY QUE DEMOSTRAR SU CULPABILIDAD. Hay que tener un montón de pruebas para demostrar que se hizo con temeridad, mala fe y dolo. Y eso, señores, es complicadísimo, y si se hiciera en todos los casos de denuncias interpuestas a la ligera LOS TRIBUNALES PETABAN.
Debemos destacar lo siguiente. El observatorio de violencia sobre la mujer junto con muchas entidades de defensa de la mujer tanto públicas como privadas reciben un pastizal en concepto de dinero público. Y cuando tu modo de vida depende de que la realidad sea de una determinada manera, obviamente tu manera de verla va a estar muy, pero que muy condicionada a que las cuentas te cuadren y que puedas continuar, uno, creyendo que lo que haces tiene un sustento sobre la realidad, y dos, que no se corte el flujo monetario. Caigo en la cuenta de que así explicado parece que los integrantes de los observatorios de violencia sobre la mujer son unos cerdos desalmados capaces de putear a hombres inocentes en busca de pasta. NO LO SON. Son personas con un ideal que creen sinceramente que están desempeñando una labor social importantísima defendiendo al más débil. El tener unos ideales tan elevados les hace convertirse en algo bastante parecido a fanáticos religiosos, adoptando una postura agresiva de “Quien no está conmigo, está contra mí”. Poseen una visión deformada de la realidad, en la cual la mujer es una oveja desamparada en manos de lobos, y en la que ellos deben ejercer como pastores. Esto implica que acabarás filtrando o eliminando los datos y realidades que no cuadren con tu idea preconcebida del mundo. Y si de que se mantenga ese paradigma depende tu sueldo, los mecanismos de filtro se disparan.
Dejo a continuación una serie de vídeos, extraídas del Blog http://informacionporlaverdad.wordpress.com/2012/03/04/la-violencia-de-genero-en-los-medios-de-comunicacion/
Destaco las siguientes afirmaciones de la señora del CGP del tercer video: “Hay hombres que son machistas pero no pegan a sus mujeres” “Una mujer joven se incorporen a estas pautas de comportamiento… en la que el hombre machito dominante, y cuanto mas malote mejor y la mujer encantada de estar (sic) con ese hombre… fracaso de la educación.”
Tócate la polla. ¡Has descubierto AMÉRICA! ¡Que a las chicas jóvenes les mola el malote de la moto! ¡Que pasan del gafapasta que se dedica a invitarlas a fantas! ¡QUE LES PONE EL TÍO BUENO DESCARADO Y REBELDE! ¡QUE LAS PELÍCULAS DISNEY NO SON VERDAD! ¡NO ME JODAS! Es necesario un pastizal en cursos, subvenciones, legislación y programas educativos para que todos caigamos en esa aterradora verdad, que nadie conocía. Lo cojonudo es que al final el que se come la denuncia por malos tratos es el gafapasta pagafantas del que hemos hablado anteriormente, por ser un pesao cansino que se dedica a seguir a su novia a todos los lados para comprobar que efectivamente se está zumbando a su monitor de esquí.
Una entrada que explica lo anterior de manera magistral: http://www.personalidadyrelaciones.com/2012/04/cuando-ella-te-dice-que-he-tenido-mala.html Y es que la verdad es una roca incómoda de llevar encima.
(Gracias al amable lector que me animó a revisar la entrada. Si alguien detecta una burrada o patinazo con la tecla, que no se abstenga de señalarlo)